Ruta: El Robledal - Collado Donabuelo - La Maroma - Salto del Caballo - El Robledal

Recorrido:18 Km.

Tiempo: 09:00

Fecha: Enero 2.014

Bibliografía: "Sierras Tejeda y Almijara. Guía del Excursionista" de Rafael Flores Domínguez.Editorial La Serranía.

La ida corresponde a la ruta nº 39 de la guía.

El punto de encuentro es el habitual en las subidas desde el Cortijo del Robledal, el hotel restaurante los Caños de la Alcaicería, donde poco a poco vamos llegando todos los pasos largos que desde distintos puntos de Andalucía nos damos cita para esta subida al techo de Málaga, que después de las nieves caídas durante los últimos 10 días, promete ser “entretenida”.

Todavía en el coche, nos llaman la atención las nubes que acompañan el amanecer.

Tras los saludos y presentaciones, nos colocamos las botas y polainas para a continuación tomar en caravana la pista que parte junto al restaurante, llegando hasta el aparcamiento existente en las inmediaciones del cortijo del Robledal.

Comprobamos que los crampones y piolets van bien sujetos y de forma segura, antes de echar a andar.

Cruzamos el área recreativa del Robledal y su era.

El camino se convierte en vereda, progresando junto a una antigua acequia. Mientras seguimos maravillándonos con las formaciones nubosas.

Alcanzamos los Barracones, antiguas viviendas de los trabajadores que llevaron a cabo repoblaciones por la zona, hoy convertidas en alojamientos explotados por el Ayuntamiento de Alhama.

El carril que traemos continúa por arriba de los barracones unos metros más, antes de convertirse en senda con vistas a Sierra Nevada.

Nos introducimos en un bosque, por el que iremos ganando altura.

Sierra de Huétor.

Habrá que atravesar un par de barrancos, que nos obligarán a perder altura.

Teresa y Manuela salvando las últimas lazadas del sendero

que nos acercarán hasta la Cresta del Selladero.

Teresa, Vicky, Manuela e Ilse en el Collado del Selladero.

Hacemos una paradita de reagrupamiento que nos sirve para tomar algo

y disfrutar de las vistas.

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Al otro lado del barranco que tenemos frente a nosotros, contemplamos algunas cabras monteses.

Desde el collado ya sin senda, aunque al estar todo cubierto de nieve tampoco importa mucho,

seguimos subiendo hacia el collado de Donabuelo.

Por esta zona despejada seguimos disfrutando de las curiosas formaciones nubosas.

Cerro del Mojón por donde sube la vereda que viene del área recreativa del Alcázar, por donde subimos a la Maroma en Marzo de 2.009.

Alcanzamos el collado de Donabuelo.

Juan con Sierra Nevada al fondo.

Iniciamos el tramo final subiendo por la cuerda, con el Cerro Donabuelo a nuestras espaldas.

La pendiente es más acusada aunque la nieve sigue estando blanda.

No obstante, por precaución, algunos compañer@s optan por colocarse los crampones,

haciendo que el grupo se estire bastante.

Llegando a la meseta de Tejeda,

desde donde ganamos vistas a la Sierra de las Nieves.

Atravesamos los Prados de Arenas.

Rafafló, nuestro guía.

Todavía nos queda un último repecho que superar,

para poder divisar el vértice geodésico de la Maroma

con un poco de zoom se aprecia mejor.

Para evitar el barranco que nos separa de la cima sin perder altura, damos un pequeño rodeo.

Ya en la meseta cimera, no nos queda más que dirigirnos hacia su gran vértice geodésico.

El fuerte viento dificulta mucho nuestro avance,

conforme vamos llegando nos vamos apretujando detrás del vértice para resguardarnos del viento.

Como el grupo se ha estirado bastante, nos dejamos caer un poco hacia el sur para protegernos algo del viento. Junto a la sima de la Maroma, con vistas a la costa y al pantano de la Viñuela aprovechamos para comer algo mientras esperamos al resto de los compañeros.

Antes de iniciar el descenso nos acercamos de nuevo al vértice para hacernos la foto de grupo.


La vuelta coincide con la ruta nº 38 de la guía de la Sierras de Tejeda y Almijara

que baja en dirección E.

El viento y la nieve nos obligan a alejarnos del espectacular Tajo Volaero.

Héctor y Juan Antonio posando para la cámara, aunque podrían pasar por cualquiera, pues no hay quien los reconozca.

Tenemos que bajar dos palas bastante inclinadas, en las que por culpa del fuerte viento nos cuesta mantener la vertical.

Al igual que en la subida, hay quien opta por colocarse los crampones antes del primer tramo dificultoso

o justo antes de iniciar el descenso hacia el pequeño llano que vemos más abajo.

Paco Leal orgulloso de su piolet, que por fin lo estrena después de pasearlo varios años en la mochila.

En el puerto de las Loberas, hacemos una parada de reagrupamiento,

donde por precaución todos nos colocamos los crampones,

para cruzar los Tajos del Salto del Caballo.

Cercanos al collado de Rojas, hacemos otra parada para picar algo.

Un último reagrupamiento tras la zona del Contadero, muy cerquita ya del final.

Con las luces del atardecer, llegamos al cortijo del Robledal.

En los Caños de la Alcaicería nos despedirnos hasta la próxima.


Nos vemos en las Montañas

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