Ruta: Subida a la Maroma desde el Cortijo del Alcázar

Recorrido: 17 Km.

Tiempo : 8:00 horas

Desnivel: 1.238 metros

Fecha : 14 de marzo de 2.009

Bibliografía: "Sierras Andaluzas. Itinerarios senderistas y ascensiones" de Manuel Gil Monreal y Enrique Marín Fernández de Editorial La Serrania y "Excursiones por el sur de España I" de Juan Carlos García Gallego de Editorial Desnivel y

Dejamos el coche en el aparcamiento del Área Recreativa del Cortijo del Alcázar y echamos a andar por la pista-

A la media hora aproximadamente, la abandonamos por un carril que sale a la derecha y que acaba en el inicio de un cortafuegos, aunque nosotros nos salimos antes para acortar por un sendero,

que en poco tiempo nos deja en la Loma de las Víboras,

divisoria de barrancos con una marcada vereda,

por la que subimos hasta una zona llana "Erilla Tarara" en la que existe un nivómetro y donde concluye la pista que sube desde el cortijo.

Tomamos la vereda de las víboras,

alcanzando tras esta los Llanos del Espino,

que nos conducen a la unión de los barrancos del Espino y del Mojón.

Empezamos a ver cólchicos de primavera (colchicum triphyllum) que florecen en febrero.

Seguimos por el primero de los barrancos, el del Espino encontrándonos con varios neveros.

A partir de los 1700 metros de altitud, la nieve ya es continua

y en algunos lugares abundante.

Atravesamos un pinar,

para más tarde subir por una vaguada,

que acaba justo

en la cuerda principal de la sierra,

que al estar más desprotegida hayamos sin nieve.

Ya sólo nos queda remontar la última loma,

para alcanzar la extensa planicie cimera,

con su enorme vértice.

En la Maroma a 2.068 metros con el compañero de Pasos Largos, Antonio y tres amig@s más de Estepona que nos encontramos en la cumbre .

Tras comer algo y colocar la bandera en lo más alto,

iniciamos la bajada por donde mismo,

aunque bastante más rápido al deslizarnos por la nieve.

Atravesamos la cuerda,

aunque ahora nos dejamos caer un poco hacia el oeste.

La nieve esta muy blanda, por lo que la bajada es más divertida y menos costosa.

Seguimos por el barranco,

el pequeño bosque

y Llanos del Espino,

llegando a la Erilla Tarara y bajando de nuevo por el cortafuegos,

aunque ahora lo recorremos en su totalidad para enlazar con el barranco de la Higuera,

en el que encontramos por fin algo de sombra después de un día entero a pleno sol,

aprovechando también para refrescarnos.

Alcanzamos una zona con grandes abetos y algunos restos de construcciones donde se encuentra "La Cercá", restos del antiguo alcázar morisco que da nombre a esta parte de la sierra.

Cruzamos por una terraza con altos pinos para enlazar con una vereda que se convierte en carril poco antes de salir a la pista de la mañana,

por la que en poco más de 5 minutos llegamos hasta al Área Recreativa del Cortijo del Alcázar.

Nos vemos en las Montañas

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