Ruta: El Cañuelo –Laguna Escondida - Hozgarganta. P.N. Los Alcornocales
Recorrido: 13 km
Tiempo: 06:00
Fecha: Abril 2.021
Para el inicio de la ruta nos vamos hasta Jimena de la Frontera, dirigiéndonos hacia la Pasada de Alcalá de los Gazules. Cruzado el puente, podemos aparcar.
Echamos a andar por la carretera y a unos metros tomamos un camino que parte por la derecha.
Caminamos por el margen derecho del Río Hozgarganta. Distinguimos la Torre del Homenaje del Castillo de Jimena.
No llevamos mucho tiempo andando cuando alcanzamos un mirador natural
con bonitas vistas del río Hozgarganta,
incluyendo este galápago tomando el sol.
Continuamos la ruta teniendo ahora en el otro margen del río,
La Real Fabrica de Bombas de Artillería de Carlos III, por donde irá el camino de regreso.
Pasamos por esta alcubilla que se alimentaba de la fuente el Regüé, que queda un poco más arriba. Hoy en desuso.
Cruzamos una angarilla, siguiendo al otro lado una senda que se aleja del río.
Ascendemos ahora junto al Arroyo del Cañuelo,
por un precioso alcornocal.
Castillo.
Vemos también muchos helechos.
La senda se acerca hasta el arroyo, que terminamos cruzando.
Al otro lado visitamos el molino de San Francisco,
junto a una bonita poza.
Con este eran ocho los molinos hidráulicos que había en Jimena de la Frontera.
Unos cientos de metros aguas arriba, se captaba el agua en una alberca, para dejarlas caer luego en un doble cubo.
La fuerza con la que caía el agua es la que hacia mover la maquinaria del molino.
Retomamos la marcha descendiendo de nuevo al río por un camino empedrado.
Pasamos a la margen derecha, por la que progresaremos poco tiempo, antes de volver a cruzarlo.
La senda se aleja definitivamente del río internándose en un bonito bosque de alcornoques, encinas, helechos, brezos, jaras..
Llegamos a una pista que cruzamos. Al otro lado nos encontramos un llano y las ruinas de una casa
y otras construcciones.
Son varios los senderos que llegan hasta el llano donde se halla la casa, por lo que echamos mano del gps para tomar el correcto.
Progresamos ahora por las Lomas de Cádiz, con buenas vistas a todo el valle del Cañuelo.
Barriada de Los Ángeles, pedanía de Jimena de la Frontera.
Cruzamos un par de angarillas, pasando posteriormente junto a un manantial que alimenta un pilar,
para finalmente llegar hasta la Laguna Escondida,
que encontramos con poca agua.
Se trata de un bello y tranquilo rincón donde parece que el tiempo se detiene.
Antes de darnos la vuelta, nos acercamos hasta la Casa de la Laguna.
Volvemos por nuestros pasos,
girando ahora a la izquierda tras cruzar la portilla. A los pocos metros nos saldremos por un sendero poco marcado en su inicio, que desciende por la ladera dirección norte hacia la Garganta de Gamero.
Nuestro siguiente hito serán los restos de un antiguo chozo morisco.
Construcción típica de Los Alcornocales levantada con rocas y techumbre de brezo.
El camino hace un giro de 90 grados, descendiendo por la Garganta de Gamero hacia el Río Hozgarganta.
Un corredor estrecho entre rocas,
con troncos que desafían la gravedad por encima de nuestras cabezas,
da paso a una zona rocosa despejada donde hacemos la parada del almuerzo
con vistas a Jimena de la Frontera y su castillo,
Sierra Crestellina y Sierra Bermeja oculta por las nubes. A la derecha asoma la población de Casares.
Hacho de Gaucín.
Durante toda la ruta hemos disfrutado de la floración de las jaras, en especial las jaras pringosas que a pesar de lo delicado de sus flores encontramos recién abiertas en perfecto estado.
Ya en continuo descenso, llegaremos cómodamente hasta la Casa Esquivel.
Río Hozgarganta.
Casa Esquivel.
accedemos al cauce del río Hozgarganta que vadeamos por unos pivotes de hormigón.
Nos encontramos en la margen izquierda,
de nuevo la senda se acerca al río, dejando a la izquierda la subida al pueblo por la vereda de la Cruz Blanca.
continuando por un camino a ratos empedrado.
Hay un tramo en el que el paso del tiempo ha desgastado la roca arenisca a modo de escalones.
El río tiene una pequeña presa, desde donde tomaba el agua la Real Fábrica de Bombas de Carlos III
entrando en funcionamiento en abril de 1780,
coincidiendo con el asedio de Gibraltar,
al que se destinó la mayor parte de su producción.
Sólo nos quedará dirigirnos hacia la Pasada de Alcalá, junto a la que habíamos aparcado nuestro coche.
Nos vemos en las Montañas
