Ruta: Cerro Zujerío. Ruta Foto-Botánica, Sierra Nevada.

Recorrido: 17 km

Tiempo: 6:00

Fecha: Junio 2.019

Llegamos hasta la localidad de Tocón, pedanía perteneciente al municipio de Quéntar, que no llega a los 100 habitantes. Tras desayunar en el bar-restaurante el Pastor, partimos de la plaza de la escuela, donde podemos dejar el coche y coger agua en la fuente. 

Salimos del pueblo por la carretera de los Agustinos, dejando a nuestra derecha la Calle la Umbría, por donde tenemos previsto regresar. 

La carretera, en un principio asfaltada sigue el arroyo del Tocón por la zona llamada de los Molinos.  

A veces nos acercamos al arroyo y otras por el contrario la pista se aleja. 

La pista se construyó por los republicanos para abastecer el frente del Calar, coincidiendo este tramo con la Cañada Real de Huétor Santillán a Güejar Sierra. 

Abandonamos el carril principal, tomando el que sale a la izquierda que va al cortijo de los Agustinos.  

Más tarde dejaremos también este por una senda que remonta la ladera de la izquierda, 

Con la altura ganamos vistas a los cortijos de los Agustinos, Peralta y Hervidero. 

Transitamos por unos arenales dolomíticos, similares a los que nos encontramos en la subida al Trevenque. 

También logramos ver las cumbres de la Sierra de Huétor. 

Superada la zona de los arenales, alcanzamos una primera fuente, 

la de las Alberquillas, con una alberca. 

La senda, algo perdida ahora, continúa ascendiendo hacia el collado de la Alberquilla, entre los cerros de Carcabal y Zujerío. 

Pasamos por una segunda fuente, con varias bañeras-pilas. 

Llegamos al Collado de las Alberquillas, desde donde contemplamos la norte de los tresmiles de Sierra Nevada desde el Picón de Jérez al Tozal del Cartujo. 

Seguimos la loma hacia el suroeste ascendiendo un promontorio rocoso, que terminamos rodeando por la izquierda. 

Sólo nos quedará seguir la fácil senda hasta lo más alto del Cerro Zujerío. 

Veleta. 

Alcazaba y Mulhacén. 

Cerro Zujerío (1.965 m). 

El descenso se hace por la ladera oeste, hacia un carril que vemos más abajo. 

Nada más conectar con la pista, la abandonamos en una curva para tomar un atajo que nos devolverá de nuevo a esta, a la altura del collado de Padules. 

Desde el collado seguimos la pista que asciende por la zona de los Lastonares. Vemos algunos postes de hormigón que forman el tendido eléctrico construido para llevar la electricidad desde la central del río Dílar hasta la fábrica de pasta de papel La Espartera, en Benalúa, a principios del s. XX, que utilizaba el esparto como materia prima, de ahí su nombre. 

Poco antes de acabar la pista, tomamos una senda por la derecha que sube hasta un pinar 

en el collado de las Cañadillas, que cruzamos por una portilla.

Iniciamos un descenso hacia otro carril, desde donde accedemos al barranco de la Cimbra. 

El primer tramo del barranco resulta cómodo de bajar, 

pero a mitad de camino, la cosa se complica por culpa del abundante matorral. 

Ya por camino despejado de nuevo, no tardamos en llegar a una represa que superamos por la derecha. 

Al otro lado nos encontramos con una cerca. A unos 100 metros por la izquierda, una portilla nos permite acceder a la pista  

que nos llevará hasta el Tocón de Quéntar. 

A lo largo de la ruta, hemos podido contemplar una gran variedad de plantas y algunas mariposas: 


lino blanco


lino azul


digitalis obscura


anthyllis vulneraria


iphiclides podalirius


peonia


erinacea anthyllis


orchis coriophora


helianthemum nummularium


cerastium alpinum subsp. nevadense


hormathophylla spinosa


aporia crataegi


echium albicans

Nos vemos en las Montañas

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