Ruta: Sadernes – Gorg Blau de Sant Aniol d’Aguja – Salt del Brull, Alta Garrotxa. Pre-pirineo Oriental
Recorrido: 15,5 km
Tiempo: 05:30
Desnivel: +285 m
Fecha: Octubre 2.023
Comenzamos la ruta en el parking de Sadernes. Desde Semana Santa hasta Setiembre habrá que reservar plaza en la web https://altagarrotxa.org/reserva-previa-aparcament-de-sadernes/
Unos escalones nos ayudan a acceder desde el aparcamiento a una pista.
Seguimos la pista que discurre paralela al desfiladero de Sant Aniol.
Pont del Pas dels Aures.
Llegamos a un cruce donde abandonamos la pista
para ir en busca del Puente de Valentí que cruzamos. La vuelta la haremos por la pista.
Al otro lado tomamos una senda que se interna en el bosque.
Desembocamos en otra pista; la senda continúa al otro lado.
Pasamos junto a las ruinas de un antiguo molino.
Habrá que cruzar el río en varios puntos.
Presa del Gomarell, toma de aguas para las poblaciones vecinas.
Rodeamos la presa de aguas cristalinas por la derecha.
Nos encontramos en la Alta Garrota, el espacio más importante del Pre-Pirineo oriental.
Unos bloques de hormigón nos sirven de ayuda para vadear el río .
Continuamos progresando por un terreno rocoso,
que nos acerca al cauce.
Volvemos a cruzar el río.
Clathrus ruber.
Puente colgante cercano a la ermita de Sant Aniol.
Edificio románico del siglo XI,
declarado Bien Cultural de Interés Nacional en 1983.
Junto a la ermita se encuentra el refugio homónimo, actualmente en restauración.
Tras un banana´s break en la ermita, retomamos la marcha
hacia Gorg Blau, poza natural con un salto de agua, que como nos queda un poco por debajo del sendero,
decidimos dejarla para la vuelta y continuar hasta nuestro destino final, el cercano Salto del Brull.
Salto del Brull, por el que no cae nada de agua, así que nos conformamos con ver la poza,
antes de darnos la vuelta,
parando ahora sí en Gorg Blau, poza de aguas cristalinas
que por efecto de la luz solar toma un color turquesa.
Iniciamos la vuelta pasando por el refugio y la ermita,
puente colgante.
El camino de vuelta coincide con el de ida, a excepción de que ahora no pasamos por el Puente de Valentí, sino que seguimos por la pista.
Ya en el coche, visitamos el Puente del Llierca,
de estilo románico, construido entre los años 1.345 y 1.346.
Si disponemos de tiempo no deberíamos dejar de visitar las poblaciones de Besalú y Castellfollit de la Roca.
Castellfollit de la Roca se alza sobre un espectacular risco basáltico de 50 metros de altura y de casi un kilómetro de largura, recortado por el río Fluvià, siendo una de las puertas de entrada al Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrota.
Besalú cuenta con un conjunto histórico-artístico medieval considerado como uno de los más bien conservados de Cataluña. Destacando su puente románico de entrada a la población que atraviesa el río Fluvià, protegido como Bien Cultural de Interés Nacional.
Nos vemos en las Montañas
