Ruta: Visita a la Necrópolis Prehistórica del Cerro de las Aguilillas. Comarca del Guadalteba. Campillos
Recorrido:11,5 Km
Tiempo: 04:30
Fecha: Diciembre 2.013
En rojo el circuito de la Necrópolis
La Necrópolis de las Aguilillas, se localiza en la confluencia de los Valles del Guadalhorce, Guadalteba y Turón. Aunque se puede acceder en coche hasta la entrada, optamos por realizar la aproximación caminando.
Amanece un día muy frío, con el pantano del Chorro cubierto por la niebla,
entre la que se asoma el Pico del Grajo en la cercana Sierra de Alcaparaín.
Reflejos de la Casa del Conde .
Nos acercamos en coche hasta la presa del Guadalhorce-Guadalteba que no cruzamos, dejando el coche en el aparcamiento habilitado.
Unos metros antes parte un carril que sube al Cerro de las Aguilillas, por el que iremos ganando altura siempre con vistas al pantano. Llegamos a una bifurcación que tomamos a la derecha. El regreso lo haremos por el otro lado, que va directo a la necrópolis.
Aunque la pista de la derecha da un rodeo, como la ruta es corta se agradece. Alcanzamos un ensanche a modo de rotonda donde acaba la pista, continuando ahora por el mismo barranco
que enlaza con la otra pista que habíamos dejado en el cruce.
Cada vez que podemos nos acercamos hasta las aguas del pantano, como en este cortafuegos donde tenemos frente a nosotros el Castillón de Teba,
población que también vemos a los pie de su castillo; fuera del casco urbano y más cerca del pantano Huerta de la Cueva.
Desembocamos en una carretera asfaltada, que también abandonamos por otro carril sin asfaltar que nos dejará en la entrada de la Necrópolis.
La puerta se encuentra cerrada pero sin candado, realizándose visitas guiadas bajo cita previa. El panel de la entrada nos informa que fue descubierta a finales de los 80 y estudiada en el 1991. Consta de 7 estructuras funerarias excavadas en la roca y se llegaron a estudiar mas de 2000 piezas arqueológicas y unas 50 personas de ambos sexos y de todas las edades que fueron enterradas entre los años 2100 y 1900 a.C. Se trata de enterramientos de segunda deposición (sólo los huesos) junto con ajuares, entre los que se hallaron vajillas de cerámica, cuchillos de sílex, collares, objetos metálicos y diversos ídolos femeninos en piedra. Por su estado y los restos humanos así como los ajuares encontrados, son de las mejor estudiadas y de las que se ha obtenido mas información sobre la vida y muerte de los primeros habitantes del Guadalteba.
El recorrido esta bien señalizado y al poco tiempo llegamos a las tres primeras tumbas que se encuentran en el mismo promontorio rocoso. La arenisca fue horadada con picos de piedra, encontrándose más de 200 agrupados en la zona de entrada de la tumba 2.
La primera esta inacabada y presenta los restos de una cámara y dos nichos.
La Tumba 2 tuvo corredor, un nicho en la antecámara que estaba cubierto por lozas conformando una falsa cúpula,
una cámara principal con dos nichos laterales
y un grabado de arte esquemático que representa a la figura humana femenina.
La Tumba 3 conserva un corredor y tuvo una antecámara cubierta por lozas así como una cámara circular carente de nichos.
En el suelo destaca una hendidura para encajar una gran loza.
En esta también hallamos un grabado.
La tumba 4 nos queda hacia la ladera este del cerro, con vistas espectaculares al pantano del Guadalteba, al Huma e incluso llegamos a ver el Pico del Convento que visitamos ayer.
Consiste en un único enterramiento localizado en una cámara en mal estado de conservación.
Nos dirigimos hacia la siguiente tumba, aunque antes nos acercaremos hasta los restos de antiguas trincheras de la Guerra Civil. Durante nuestra guerra, el ejercito republicano se atrincheró en torno a las tumbas prehistóricas, aprovechándolas en algunos casos como refugios o nidos de ametralladoras.
Llegamos a la tumba 5, sin lugar a dudas la que tiene la estructura arquitectónica más interesante.
Presenta un corredor y un ensanche a modo de antecámara así como una cámara principal con un nicho de menor tamaño.
Cubierto con grandes lozas.
Disfrutando de las vistas que hay desde esta tumba, hacemos una paradita para picar algo.
Reanudamos la marcha, perdiendo altura hacia el Oeste y pasando por otras trincheras antes de llegar a las 2 últimas tumbas.
Ambas presentan un modelo parecido, carente de corredores con una reducida antecámara y una cámara central en la que se excavaron nichos. El hecho de no haber sido afectadas durante la guerra civil la convirtieron en las únicas que mantuvieron el ajuar funerario prácticamente intacto, pudiéndose reconstruir los rituales de enterramientos con mayor precisión.
La tumba 6 es la más grande de las dos y conserva 3 nichos
situados en un plano elevado con respecto al piso de la cámara principal.
La tumba 7 consta de 2 nichos.
el de la derecha se encontraba cerrado por una gran loza y en su interior conservaba un enterramiento infantil.
Entre la cámara y el exterior existe un escalón de piedra.
La vuelta la hacemos por la pista que enlaza con la que trajimos a la ida.
Nos vemos en las Montañas
