Ruta: Translíbica 2.012
Recorrido: 54 km (28 + 26)
Tiempo: 2 días
Fecha : Octubre 2.012
Coordinador: C. Carlos Guerrero
Día 1
Ramblazo - Motilla - Fantasía - Pipirini - Berrueco - Casa de Barea
La IX edición de esta prueba tan dura encerraba más de una sorpresa para los participantes, incluidos el organizador Carlos Guerrero, pues dudo que se pudiera imaginar con lo que nos íbamos a encontrar el primer día. Quedamos a las 7 de la mañana del Viernes 12 de Octubre en Benaoján , por donde tenemos previsto salir el sábado. Allí nos recogen Rafa Ríos y Rafa Flores con sus vehículos para llevarnos al punto de inicio. Además de los conductores vamos la incombustible Herminia, el antes mencionado y alma mater de la prueba Carlos Guerrero, Salvador Moreno, y un servidor. Nos dirigimos hacia Cortes de la Frontera, recogiendo a Rafa Cordero y su hijo Dani por el camino. En Cortes nos espera Iván que nos llevará las mochilas de noche hasta el punto de pernocta. Todavía haremos una paradita más junto al Berrueco, donde Rafa Cordero tiene previsto acabar hoy, por lo que deja su coche ahí estacionado.
En los dos otros vehículos tomamos el carril que parte frente al Berrueco, llegando hasta el Ramblazo, desde donde iniciaremos la Translíbica 2012. Rafa Rios se vuelve para Ronda y Rafa Flores se une a nosotros.
Nuestro primer hito será el Cancho la Motilla, que lo tenemos en frente.
No han pasado ni 5 minutos desde que echamos a andar y ya estamos metidos en faena.
Es complicadísimo progresar por este terreno,
encontrándonos con paredes infranqueables que nos obligan a retroceder en busca de otro punto de paso
Salvador contento porque ha superado el tramos más dificultoso.
Dani agarrándose como puede a la roca y es que como diría el Ca’lo esas son sierras de poca altura pero con mu mala andancia.
Herminia llegando al punto más alto
del Cancho la Motilla a 526 metros.
Si la subida fue dura, la bajada se las trae,
es un continuo sube y baja superando pequeños salientes de rocas
entre los que hay una monstruosidad de matorral.
Si ya resulta complicado moverse por estas calizas,
cuando ponemos pie en tierra nos encontramos con un matorral enmarañado
que nos obliga a quitarnos las mochilas
para poder medio avanzar.
Estos jérguenes y zarzaparrillas dejan sus huellas.
Ya vemos un llano cerca,
aunque antes pasaremos junto a la sima del Perralejo
en cuyas inmediaciones hacemos la parada del desayuno.
Ya en tierra firme, ponemos rumbo a nuestra siguiente cumbre, el Cancho de la Fantasía.
Una última miradita al Cancho de la Motilla
Estamos por Casa Campoy, ahora si avanzamos rápido, pues nos ha llevado dos horas los dos primeros kilómetros desde los coches hasta la Sima de Perralejo.
Salvador sobre un bonito ejemplar de quejigo.
Cruzamos los Llanos de Campoy
en dirección a la base del Cancho la Fantasía.
Saliendo a una pista que nos acerca a un arroyo,
por el que buscamos una gatera entre la maleza.
Nos encontramos con otro llano,
por el que progresamos hasta meternos de nuevo en faena.
Carlos va delante buscando el mejor lugar para subir
aunque la mayoría de las veces se vuelve para decirnos que mejor lo intentemos por otro lado que por donde va es muy complicado.
Intentamos seguir la cordal, pero nos encontramos con varias paredes o tajos
que nos obligan a dar un rodeo.
en lo más alto del Cancho la Fantasía a 575 metros.
En la cumbre encontramos algunos restos, como esta tégula de la antigua ciudad romana de Saepo.
La bajada la hacemos hacia el noreste donde existe un bosque de hediondos y los restos de un columbario romano.
El hediondo es un arbusto tóxico que los romanos usaban para envenenar las puntas de flechas.
Llegamos al cortijo la Fantasía, donde charlamos un rato con el propietario y reponemos agua.
Aquí se despide Rafafló, que vuelve por el carril para recoger su coche.
El resto partimos hacia la garganta de los Charcones;
ya en esta, buscamos la unión con la garganta del Bañuelo
ya que es por aquí por donde tenemos que seguir para enlazar con la Cañada de los bueyes de Ronda
pasando junto al cortijo La Cancha
desde donde nos dirigimos hacia el cancho Pipirini otra de las cumbres del día.
En el cancho Pipirini a 764 metros.
Bajamos al llano
y por primera vez logramos ver el Berrueco, después de 17 km y 8:15 horas de marcha.
Salimos a la carretera, donde nos dejan Rafa Cordero y Dani.
Los 4 restantes sin demorarnos mucho comenzamos la subida al Berrueco.
En el peñón del Berrueco a 897 metros.
La bajada prácticamente la hacemos por donde mismo.
Esta ha sido la última cumbre del día, son las 18:20 horas y todavía nos queda llegar hasta el punto de pernocta en la Casa de Barea.
Enlazamos con la vereda de los contrabandistas,
por la que ganamos altura en dirección al puerto del Alcornocalejo entre el Cerro del Hoyo de los Quejigos y el Pico Sierra de los Pinos.
Mientras se nos va haciendo de noche.
Son las 21:10 cuando llegamos a la Casa de Barea.
Día 2
Casa de Barea - Tajo Nieto - Cortijo de los Navazos de Líbar - Cortijo de Peñón Bermejo - Cortijo Cabeza de Caballo - Cancho Patalagana - Jarastepa - Benaoján
Nos despertamos temprano, por la visita del zorrito que atacó a Salvador y porque el K’lo no quitó la alarma en el móvil del día anterior y nos estuvo sonando hasta que nos levantamos.
El amanecer es espectacular.
Hemos dormido con la puerta abierta toda la noche, por culpa del humo de la chimenea que no tiraba bien.
Con el fuego del desayuno, logramos que no se pueda estar ni dentro ni fuera.
Primeros rayos de sol en la Casa de Barea.
Salimos buscando la vereda de los Navazos de Libar, pasando junto a algunos pilones tallados en la roca
Sierra del Pinar y Sierra del Endrinal.
Comenzamos el ascenso a la primera de las cumbres del día.
Se trata del Tajo Nieto,
que se levanta del suelo 984 metros.
Mejoramos las vistas a los Llanos de Libar y sierras próximas.
Nos ponemos en marcha de nuevo, buscando una buena bajada;
a pesar de la complicación de caminar por zonas kársticas,
nada que ver con las del día anterior.
Tenemos previsto subir otro de los picos que forman este pequeño torcal del Tajo Nieto
y acabar la jornada conquistando el cancho Patalagana que vemos en lontananza .
La vereda nos acerca a una portilla por la que se puede acceder a los llanos de Líbar, pero como los llanos nos producen urticaria a los translíbicos,
nos dirigimos a la pared que tenemos a nuestra derecha
buscando el mejor lugar para atacarle.
Por el camino vemos este agujero donde cabe una persona. Si se fija uno bien en la foto, se pueden ver los pies de Carlos.
Progresamos “fácilmente” pues a pesar de lo agreste del terreno, existen bastantes agarres
Ya estamos ahí,
en la cota 1081 frente al Tajo Nieto.
Desde aquí bajamos en dirección al cortijo de los Navazos de Líbar,
donde hacemos una paradita para refrescarnos.
Nuestro siguiente hito es el cortijo de Peñón Bermejo,
por el que pasamos de largo;
nuestra intención es parar a comer en el Cortijo Cabeza de Caballo.
Este cortijo tiene la peculiaridad que hasta que no estás prácticamente encima no se ve,
por lo que ganamos un poco de altura buscando un buen oteadero.
Abajo en el llano vemos la casa del Aljibe de la Breña, que visitamos en febrero de 2012 Llanos del Republicano - Mojón Alto
Una vez que tenemos localizado el cortijo nos dirigimos allí.
En el cortijo Cabeza de Caballo, hacemos la parada del almuerzo.
Reanudamos la marcha
y seguimos viendo más pilas labradas.
Rodeando los Tajos del Infierno, que recorrimos en la Translíbica de 2005.
Pilón de la plancha.
Ya tenemos nuestro objetivo a la vista;
desde aquí no tiene mala pinta
y conforme vamos ganando altura no nos defrauda.
En la parte alta nos encontramos con estas rocas tendidas, donde ponemos a prueba el agarre de nuestras botas.
En el cancho Patalagana a 1068 metros; última cumbre del día y aquí estamos, Herminia, Salva, Carlos y Rei.
La bajada muy chula, aunque hay que tener mucho cuidado con las grietas,
pues ya se va notando el cansancio sobre todo en los reflejos.
Nos topamos con este belemnite, un grupo de moluscos cefalópodos ya extinguido, similar a nuestros calamares y sepias actuales, que poseían una concha interna que es la que ha fosilizado.
Se acabaron las cumbres y las calizas
yendo en busca del Cortijo
y los Llanos de Zurraque;
sin ni siquiera pararnos, seguimos hacia la Jarastepa
saliendo al carril de los Llanos de Líbar.
Entramos en Montejaque a las 19:00
pero todavía no esta esto terminado, lo que hubiera sido un paseo hasta Benaoján,
se convierte en una pesadilla. Tomamos una vereda inexistente en la que al cansancio físico de los dos días se me une un cansancio psicológico,
tardando más de 50 minutos en bajar a Benaoján.
Nos vemos en las Montañas
