Cuenta la leyenda que, en un pueblo del Pirineo, vivían tres bellísimas hermanas. Por no separarse, dado que mucho se querían, ignoraban a los numerosos pretendientes que querían desposarlas. Un desventurado día, cuando pastoreaban sus rebaños por las cumbres, fueron atacadas por tres guerreros de una tribu enemiga, que querían raptarlas.
Hábiles con la honda y el cuchillo de caza, resistieron hasta la muerte. Al amanecer del día siguiente, su padre las echó en falta y fue en su busca. Y comprobó que, durante la noche, habían surgido de la meseta calcárea tres altas montañas, cubiertas de nieve impoluta. Son las Tres Sorores, las tres cumbres que recuerdan a las hermanas muertas, ya que, en aragonés, soror significa hermana. Sus nombres son Cilindro, Monte Perdido y Soum de Ramond, y constituyen el corazón del Parque Nacional de Ordesa y del Monte Perdido